9/09/2006

perspectiva al VI INFORME DE GOBIERNO DE VICENTE FOX

Breve Análisis con Motivo del VI Informe de Gobierno del Presidente Vicente Fox Quesada



Viernes, 1 de Septiembre de 2006

Palabras del Presidente Vicente Fox Quesada durante la presentación del VI Informe de Gobierno, que tuvo lugar en el Palacio Legislativo de San Lázaro.
Bien, señor secretario de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, en cumplimiento del Artículo 69 de la Constitución he asistido a este Congreso de la Unión y hago entrega del Informe correspondiente al último año de mi gestión.

Ante la actitud de un grupo de legisladores que hace imposible la lectura del mensaje que he preparado para esta ocasión, me retiro de este recinto[1].

Lo anterior fue un hecho sin precedentes en el México contemporáneo, y hoy es motivo de muchas reflexiones. Tenemos un presidente espurio? En su declaración de intenciones a la nación, el mandatario (en mensaje ya grabado) dejo en claro que no es ni líder, ni presidente, ni mucho menos un hombre político.

Leyendo lo que fue su mensaje (porque sinceramente, quien tiene ganas de verlo y escucharlo) y hablo en primer persona de acuerdo al análisis del presente trabajo, me parece que si bien es cierto que se obtuvieron avances sobre todo en el plano económico y en finanzas para dejar una administración pública sana, los déficits de sus seis años de gobierno están más a la vista que sus logros.

Basta recordar la situación actual de caos en la que vivimos, deja un país roto, dividido, y no se ve como se vayan a mezclar fuerzas políticas tan diversas, no para su bien, sino para el de todos los mexicanos.

Vemos como el día del informe un grupo de parlamentarios tomaron la tribuna Constitución en mano exigiendo el cese de la actividad de represión y de la utilización del ejercito a las afueras del Congreso, como de esa forma no dejaron pronunciar vaya, ni siquiera llegar a la tribuna a Vicente Fox, -aunque técnicamente haya estado en San Lázaro-

Observamos pues las luchas de unos contra otros en donde la gente es la que –para variar- sale sobrando. No estoy del lado ni de unos ni de otros, pero si pienso en que si este estado actual de cosas ha llegado a lo que hoy se nos presenta es porque el Gobierno no ha sabido ejercer su papel como fuerza política y de autoridad respetable que genere las condiciones necesarias de credibilidad y avance tanto institucional como democrático, político, económico –en ciertos sectores- y social.

La campaña de Andrés Manuel tiene su validez según él y lo que sus simpatizantes creen, y por más daño que puedan causarnos con sus plantones y manifestaciones, si no se alza la voz, el gobierno seguirá siendo manipulado y manipulador de fuerzas ajenas a la soberanía de los mexicanos.

La falta de autoridad de Fox, se vio una vez más este viernes y no me refiero a esa autoridad violenta sino a su falta de capacidad para salir adelante (a menos que no haya querido hacerlo o sencillamente que no haya podido hacerlo).

Y se escuchan voces, que si se veía venir ante el actual estado caótico que guarda nuestra agenda política-social-electoral, que si hay que modificar el formato del Informe, que si le falto acuerdo político a Fox, que si esto y lo otro.

Lo cierto es que los ciudadanos estamos cansados, hartos, de toparnos con estos hechos lamentables por uno y otro lado, donde las responsabilidades no son de nadie y a la vez son de todos, pero que ninguno quiere hacerse cargo de ellas, chingado, entonces para que fueron electos?.

Yo iba a anular mi voto y me doy cuenta que tal vez de haberlo hecho asi, hoy estaría pasando menos corajes, la democracia tan cacareada por la presidencia, por las Instituciones y los medios de comunicación no es más que una falacia, cuál democracia? En seis años, o un poco más de tiempo es imposible hablar de democracia solo porque el títere se haya cambiado aparentemente de ropaje.

Democracia electoral ante lo que estamos viviendo en las crisis postelectorales? Democracia política en este paradójico orden de caos? Democracia e igualdad para todos los mexicanos en la sierra de Guerrero, Chiapas, Oaxaca y los habitantes de las ciudades? Democracia económica ante la falta de oportunidades YA NO DIGAMOS DE EMPLEO bien remunerado y digno para profesionistas, como un servidor que a casi 4 años de concluir mis primeros estudios superiores no he encontrado un solo pinche trabajo digno conforme al tiempo que pase estudiando?.

Que me perdone Fox, el PAN, y toda la polaca, pero eso no es vivir en una democracia, es vivir en una burbuja que se revienta lentamente y las consecuencias saltan a la vista.
Las instituciones políticas y sociales tienen dos caras, cuando menos: por una parte son producto de pactos, pero esos pactos reflejan una correlación de fuerzas. En los momentos de crisis, como el actual, el carácter asimétrico de esas fuerzas se revela en toda su intensidad en detrimento de los más débiles: aparece con más nitidez el carácter violento, clasista, de las instituciones.
Y la violencia institucionalizada contra la confluencia social, formada sobre todo por gente de las clases populares en torno al proyecto encabezado por López Obrador, aflora mucho antes de la coyuntura electoral, como muchos han señalado. Se manifiesta en las campañas mediáticas, articuladas en torno del miedo "al peligro para la nación"; en los millones de correos electrónicos apelando al miedo y a lo más irracional de un electorado influenciable; en la exclusión del PRD en la conformación del IFE; en el uso de la institución presidencial para atacar al candidato de la coalición Por el Bien de Todos; en la violencia simbólica ejercida cotidianamente, a veces sutil, a veces tan burda como en los "noticieros" radiofónicos conducidos por Ferriz de Con o Beteta.
Hoy, la violencia institucionalizada no sólo se recrudece en los aspectos electorales. Está muy presente en la imposición de Ulises Ruiz en Oaxaca y en cada uno de los actos de gobierno de éste. Está presente, disfrazada de instrumento científico, en los exámenes de admisión utilizados como pretexto para rechazar a millones de jóvenes de la educación media y superior.
En la amenaza para nuestro patrimonio genético y para la producción campesina que entrañan los permisos federales para sembrar maíz transgénico. Es violencia institucional también la expulsión diaria de 600 campesinos del medio rural, provocada directamente por políticas agropecuarias y tratados comerciales que favorecen sólo a las grandes empresas del agronegocio.
Y ni hablar de los miles de familiares, o amigos que todos conocemos y que hoy se tienen que ir a Estados Unidos para lograr salir adelante ante la falta de oportunidades, ante la desesperación que les provoca su propio país.
Sólo la más crasa autocomplacencia o las más refinada hipocresía pueden dejar de ver o dejar de oír que si este país se desliza hacia la descomposición no es por la respuesta de quienes ellos tachan de violentos, sino por el empecinamiento de los que presumen de pacíficos.
[1] http://www.presidencia.gob.mx/actividades/

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